jueves, 18 de octubre de 2007

Sorpresa.

Estimado dr. Zote:

Hace algunos días salí de mi casa para ir a trabajar y dejé a mi marido viendo la televisión en su sofá favorito. No había avanzado ni unas pocas cuadras cuando mi motor falló y mi auto sonó raro hasta detenerse por completo. Caminé de vuelta a casa en busca de la ayuda de mi esposo. Cuando llegué, lo encontré en la habitación. No pude creer lo que veía. Estaba de pie frente al espejo del armario vestido con mi ropa interior y usando mis tacones rojos, y para colmo estaba maquillado. Desde ese día no hemos hablado del tema. ¿Qué hago? Mire que si no me contesta rápido voy a tener que recurrir a la Rampolla.

Lucy.

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La ropa interior femenina suele ser muy cómoda (no lo digo por experiencia propia eh!)y algunos hombres (insisto en que yo no) no resisten la tentación. Lo que se hace difícil de explicar es el detalle de los tacones y el maquillaje ya que el calzado de esa naturaleza no es nada cómodo (demonios, insisto en que no lo digo por experiencia)y se entiende que su esposo no quiera hablar del tema, pero en algún momento tienen que conversar sobre lo que ud. descubrió ese día. Sería bueno que queden en un acuerdo y traten de turnarse las tangas y los sostenes para que no haya discusiones, ud. puede escoger los días pares y su esposo lo impares. Sobre el maquillaje le recomiendo que asesore a su cónyuge, ya que podría salir a la calle con rubor que no convine con el color de su piel. ¿Y los tacones? admito que aprender a usarlos puede ser distinto (aunque me pregunto cuán grande debe ser ud. para que a su esposo le hayan entrado sus zapatos).

1 comentario:

Anónimo dijo...

OIGA DOCTORCITO YO CREO QUE SI LO HE VISTO CORRIENDO CON FALDAS Y A LO LOCO.